jueves, 30 de abril de 2015

Cómo escuchar música -Palabras del gran maestro Daniel Barenboim - Subtitulado


Escuchar música nueva ‘recompensa’ al cerebro

Salvo casos aislados, todo el mundo disfruta al oír música. Ahora, un grupo internacional de investigadores ha dado un paso más allá y ha descubierto que una parte del cerebro, el núcleo accumbens, podría ser la responsable de la sensación de placer que los humanos experimentan cuando escuchan alguna melodía por primera vez.
SINC | 11 abril 2013 20:00
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Los investigadores descubrieron que la actividad en el núcleo accumbens indica si a una persona le gusta o no una pieza lo suficiente como para comprarla./  Peter Finnie y Ben Beheshti
Usted llega a casa después de un día duro, pone la radio y una canción que no había escuchado hasta ahora empieza a sonar. Le gusta y, de repente, empieza a sentirse mejor. ¿Es esto posible?
Según un estudio liderado por científicos de la Universidad de Montreal (Canadá), y publicado en el último número de la revista Science, la explicación está en un grupo de neuronas del encéfalo, conocido como núcleo accumbens.
“La actividad neural en el núcleo accumbens, que forma parte del cuerpo estriado ventral –el centro de recompensa del cerebro–, es un preciso predictor de cuánto dinero está dispuesto a pagar el público para comprar una canción o un álbum de música”, explican los autores.
Así, los expertos crearon un entorno en el que los participantes podrían gastar su propio dinero en música que escuchaban por primera vez a través de un simulador de compra de música on line similar a iTunes.
Los investigadores escanearon los cerebros de los participantes y descubrieron que cuando la gente escucha música que no ha oído antes, la actividad neural en el núcleo accumbens puede indicar si a una persona le gusta o no una pieza lo suficiente como para comprarla.
Los investigadores descubrieron que la actividad en el núcleo accumbens indica si a una persona le gusta o no una pieza lo suficiente como para comprarla
“Una mayor actividad del núcleo accumbens supondría una mayor cantidad de dinero que estarían dispuestos a gastar por ella”, explica a SINC Valorie Salimpoor, investigadora principal del trabajo. “Esto aporta evidencia neurobiológica de que la música es realmente una recompensa intelectual”.
Pero el núcleo accumbens no trabaja solo, sino que interactúa con algunas de las partes más evolucionadas y complejas del cerebro –áreas sensorial, emocional y ejecutiva–. Ahora bien, el cómo varias partes del cerebro reaccionan a la música depende de los tipos de melodías a los que estamos expuestos a lo largo de la vida y, por tanto, es una respuesta “extremadamente individual”.
Por qué nos gusta la música
“Una buena razón es que nos recuerda algo y nos ayuda a volver a vivir una emoción específica”, afirma Salimpoor. Pero, ¿qué pasa con la música que no hemos escuchado antes?
“Pensemos en el cerebro como una máquina de predicción –continúa la experta–. Cada vez que aprendemos algo, esencialmente estamos aprendiendo a reconocer mejor los patrones correspondientes. Ahora podemos aplicar esto a la música, que no deja de ser sonidos que se organizan conjuntamente en diferentes patrones”.
Lo realmente importante para los autores es que, aunque uno solo de esos sonidos no tiene ningún valor de recompensa en sí mismo, cuando está combinado con otros el cerebro puede identificarlo como algo placentero desde un punto de vista cognitivo.
Referencia bibliográfica:
 V.N. Salimpoor; A. Dagher; R.J. Zatorre; N. Kovacevic; A.R. McIntosh; I. van den Bosch. "Interactions Between the Nucleus Accumbens and Auditory Cortices Predict Music Reward Value". Science, 11 de abril de 2013.

El cerebro ante el espejo documental


Creatividad: Los enigmas del cerebro (Programa del neurólogo Facundo Manes)




Creatividad



En el programa de hoy entenderemos qué es la creatividad para las neurociencias y cuál es su sustrato en el cerebro. Entrevistamos al Dr. Bruce Miller, de la Universidad de California San Francisco, experto mundial en neurociencias cognitivas, quien nos ayuda a comprender cómo podemos estudiar los procesos creativos en base a distintos cuadros neurológicos. Del mismo modo, exploramos la relación entre el proceso creativo y las enfermedades mentales de algunos de los genios creativos más reconocidos de la historia. El Dr. Rodrigo Quian Quiroga, investigador argentino actualmente en la Universidad de Leicester, nos cuenta cómo se puede establecer una relación entre cerebro y arte. También conversamos con Luis Felipé Noé, uno de los artistas más reconocidos de nuestro país, para entender cómo se entiende el proceso creativo desde la perspectiva del artista.

Música y Cerebro (Videos del Neurólogo Facundo Manes)

Música

En el programa de hoy, comprenderemos cómo responde nuestro cerebro a la música. ¿Qué areas del cerebro se activan cuando escuchamos nuestras canciones favoritas?¿Qué pasa cuando creamos música? Evaluaremos cómo la música puede modificar nuestra fisiología y entrevistamos a la Dra. Jessica Grahn, de la Universidad de Ontario, Canada, experta mundial en la neurobiología de la música. Exploramos el caso de personas que no pueden procesar música y evaluamos el rol de la musicoterapia en la rehabilitación de pacientes neurológicos y psiquiátricos, de la mano de la Lic. en Musicoterapia, Marcela Lichtensztejn. Conversamos también con Julio Torres, famoso músico y artista, para comprender su relación con la producción musical.

Fuente:http://facundomanes.com/2011/06/11/musica/

martes, 28 de abril de 2015

Desarrollo de las inteligencias múltiples de Howard Gardner

¿Quién es más inteligente Einstein o Messi? o ¿Quién es más inteligente Dalai Lama o Mozart? Los cuatro poseen inteligencias excepcionales que pertenecen a campos diferentes y que se han desarrollado en diferentes partes del cerebro.
El profesor Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, fue galardonado este miércoles con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011, lo que me ha motivado a plantear estas preguntas y especialmente, a pensar si la tecnología puede colaborar en el desarrollo de estas inteligencias.
La teoría de las inteligencias múltiples se basa en que todos los humanos poseemos al menos ocho formas de inteligencia, que por lotería genética, se presentan en distintos estados de desarrollo cuando nacemos. Gardner remarca que la brillantez en matemáticas o lengua, las inteligencias más favorecidas en el sistema educativo tradicional, no son suficientes para desenvolverse en la vida.
Dicho de otro modo, puedes ser excelente en cálculo mental pero si no sabes cómo relacionarte con los demás, estarás limitado en tu carrera profesional y personal. De ahí, la importancia que los centros educativos trabajen el desarrollo de todas las inteligencias para que el alumno pueda afrontar su futuro con muchos recursos.
Gardner define la inteligencia como una capacidad, que no es innata e inamovible, como muchas veces se piensa, sino que la educación puede desarrollarla.
Teniendo en cuenta, que la tecnología no debe marcar las metas educativas, pero sí puede ayudar a conseguirlas, he elaborado un mapa conceptual que pretender agrupar y relacionar recursos TIC con cada una de las ocho inteligencias de Howard Gardner:
Lingüística: Esta inteligencia consiste en la capacidad de usar el lenguaje para expresarse, ya sea a través de la escritura o oralmente, así como aprender idiomas con facilidad. Pérfil profesional: Escritores, poetas y políticos. Un ejemplo excepcional: Shakespeare
Lógica-Matemática: Esta inteligencia consiste en la capacidad de analizar problemas de forma lógica, realizar operaciones matemáticas e investigar temas de forma científica.  Pérfil profesional: Ingenieros y científicos. Un ejemplo excepcional: Einstein.
Musical: Consiste en la capacidad de tocar, componer y apreciar piezas musicales y reconocer los ritmos y tonos. Según Gardner, esta inteligencia funciona de forma paralela con la inteligencia lingüística. Pérfil profesional: Músicos y compositores. Un ejemplo excepcional: Mozart.
Espacial: Consiste en la capacidad de presentar ideas visualmente, crear imágenes mentales, visualizar con precisión, dibujar y confeccionar bocetos. Pérfil profesional: Arquitectos, escultores, fotógrafos y diseñadores. Un ejemplo excepcional: Gaudí.
Corporal-Cinética: Consiste en la capacidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio. También se incluyen trabajos manuales o expresión corporal. Pérfil profesional: Deportistas, bailarines y cirujanos. Un ejemplo excepcional: Messi o Nadia Comaneci.
Interpersonal: Consiste en la capacidad de entender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas. Permite trabajar y relacionarse de forma efectiva con los demás. Pérfil profesional: Docentes, psicólogos y políticos. Un ejemplo excepcional: Pep Guardiola.
Intrapersonal: Consiste en la capacidad de entenderse a uno mismo, y apreciar las motivaciones, los sentimientos y los miedos que se sienten. Implica crear un modelo de nosotros mismos que funcione para trabajar de forma efectiva y poder regular nuestras vidas. Un ejemplo excepcional: Dalai Lama
Naturalista: Consiste  en la capacidad de observar, identificar y clasificar a los miembros de un grupo o especie, e incluso para descubrir nuevas especies. Su campo de observación más afín es el mundo natural, donde pueden reconocer e investigar sobre la flora y la fauna. Pérfil profesional: Biólogos, veterinarios y excursionistas. Un ejemplo excepcional: Felix Rodríguez de la Fuente.
Fuente: www.totemguard.com

"Que sucede en nuestro cerebro cuando escribimos"

En Supercurioso siempre hemos tenido un interés apasionado por los misterios que encierra nuestro cerebro, esa máquina humana de la que aún no sabemos gran cosa. En esta ocasión, indagaremos sobre los efectos que ejerce la escritura a mano en nuestra “tarjeta madre”.

Escritura, ¿cuestión de talento?

Claro. Una novela, un poema, un artículo científico, la lista de las compras… poco importa, escribir definitivamente es un acto cotidiano. El proceso de la escritura activa en nuestro cerebro mecanismos neuronales, y en realidad son bastante similares entre sí, escribamos lo que escribamos.
En el área de Broca –localizada en el lóbulo frontal– es donde se aloja la parte asociada al discurso y a la escritura; pero en el lóbulo parietal se encuentra el área de Wernicke, que resulta sumamente importante a la hora de escribir, pues aquí es donde interpretamos las palabras y el lenguaje. Como dato curioso, hay pacientes que cuando tienen esta parte cerebral dañada presentan trastornos en la ortografía o la escritura a mano.
partes del cerebro

¿Y por qué los cuenta-cuentos?

Todos los pueblos de la tierra, en sus comienzos, han iniciado sus procesos culturales a través de la oralidad. Cuando escuchamos historias se activan otras zonas cerebrales, además de las de Broca y Wernicke; si, por ejemplo, lo que nos cuentan tiene que ver con dar patadas o con correr, la corteza motora de nuestro cerebro se ilumina, como si realmente estuviera “experimentando” la historia.
cuenta cuentos
De allí probablemente haya surgido la importancia de contar bien, de narrar de cierta forma los acontecimientos, para “atrapar” la atención de quien escucha. En realidad, el cerebro es el que se engancha.
Por ello, a través de este novedoso descubrimiento, podemos darnos cuenta de la enorme influencia que tiene sobre el ser humano la literatura, mucho mayor de lo que pudiéramos imaginar. Y, claro, podemos comprender con mayor claridad la carga adictiva de algunos videojuegos.

¿Literatura o lista de compras?

Si bien los procesos que se generan en el cerebro son parecidos, puesto que se trata del mismo procedimiento (escribir), sí hay diferencias entre la escritura cotidiana y la literaria.
Apartando los parámetros culturales y de gusto para juzgar la literatura, en el cerebro se activan distintas zonas cuando se trata de un lenguaje usual, habitual, o de un lenguaje distinto.
Cuando nos enfrentamos a la cotidianidad, las palabras que usamos no provocan respuestas notables, pues el uso las desgasta, y entonces nuestro cerebro reacciona de forma más bien apagada. No ocurre lo mismo cuando decimos las cosas de manera original. Por ello es que la buena literatura omite los clichés, intenta siempre nuevas formas de expresar los mismos sentimientos que nos agobian desde la invención de la escritura, y desde antes.
Por ello, también, son importantes las metáforas: ellas activan zonas del lóbulo parietal asociadas con el tacto. Curioso, ¿no?
efectos del arte en el cerebro

Escribir con dispositivos o a mano, ¿es igual?

Cuando escribimos a mano (y que disculpen los fans de los kindle, los ipad y cualquier dispositivo electrónico en el que poder escribir), se acrecientan aún más los beneficios de la escritura: escribir a mano estimula una zona del cerebro que se llama “sistema de activación reticular”, y ésta regula el estado de vigilia. Además, favorece el desarrollo cognitivo de una forma mucho más eficaz que si escribiéramos lo mismo en nuestro ordenador o en cualquier otro tipo de pantalla.
anotaciones
Si acostumbramos a nuestros niños a hacer resúmenes cuando estudian, y escribirlos a mano, estaremos haciéndoles un favor para cuando crezcan, pues sus neuronas estarán ocupadas creando nuevos caminos.
escritura infantil a mano
No se trata de apartar estos “juguetes”, sino de usarlos de forma racional y enseñarles a ellos a usarlos.
Si te gustó el tema, puedes ahondar el tema leyendo 5 curiosidades sobre tu cerebro.

"Conferencias sobre el Jazz"


Emilio Molina explica cómo improvisar en estilo romántico


"La música es un vehículo para entender cómo funciona el cerebro"

 Barcelona 19 ENE 2005ENTREVISTA:ROBERT ZATORRE | NEUROFISIÓLOGO MUSICAL



Cuando Robert Zatorre (Buenos Aires, 1955) se interesó por la música como vehículo para entender mecanismos básicos del cerebro, 20 años atrás, pocos eran los que confiaban que pudiera aportar nada significativo. Hoy, asegura, la situación ha cambiado radicalmente. Gracias a los tonos musicales pueden observarse fenómenos ligados a la plasticidad del cerebro, cambios anatómicos e incluso diferencias en la conectividad neuronal. El conocimiento acumulado en estos dos decenios complementa la relación entre el habla y el cerebro, al tiempo que introduce claves de interés médico. Zatorre, neurofisiólogo de la Universidad McGill de Montreal, participó recientemente en una conferencia organizada por CosmoCaixa Barcelona.
Pregunta. ¿Qué nos explica la música en relación con el cerebro?

Respuesta. La música afecta a muchas habilidades cognitivas y motoras, como la percepción, la memoria, la atención o las emociones. Personalmente, me interesa explicar las funciones cognitivas humanas a partir de las conexiones neuronales y su reflejo en zonas concretas del cerebro. De ellas la que más me atrae es la corteza auditiva, en particular, las áreas que mayormente nos distinguen a los humanos de otras especies. La música y el habla son los dos rasgos que más contribuyen.
P. En sus trabajos sugiere que gracias a la música pueden constatarse modificaciones en el cerebro. ¿A qué nivel?
R. En la corteza motora, en particular la zona que controla los dedos, hemos detectado cambios específicos en el cerebro. Son adaptaciones que resultan probablemente de la experiencia en el manejo de un instrumento musical y que revelan un cierto grado de plasticidad cerebral. Por otra parte, las técnicas de resonancia magnética nuclear o las magnetofotografías demuestran la existencia de una respuesta neuronal más importante a un tono musical en forma de adaptación. También revelan cambios anatómicos vinculados al sistema motor y regiones de la corteza con mayor densidad de materia gris.
P. ¿Es la práctica la que induce modificaciones en el cerebro o es lo contrario?
R. Parte de la comunidad científica cree que se trata de una plasticidad que depende del uso. Pero eso no quita que haya tendencias o predisposiciones preexistentes. Es decir, que este tipo de plasticidad se dé en individuos que por alguna razón estén más preparados. Lo que sí sabemos es que se produce sobre todo en los que se han iniciado en la música de jóvenes. Y cuanto más tiempo pasa, menos plasticidad se observa.
P. Por tanto, si se trata de aprender música, mejor siendo niños que adultos.
R. En efecto. La mayor plasticidad cerebral se da en edades cercanas a los cinco años. A partir de ahí va disminuyendo y cae de forma importante sobre los 12 años. A partir de esa edad el aprendizaje no resulta imposible, pero sí mucho más difícil. El cerebro se va a adaptar menos a los cambios motores requeridos. Tiene su lógica: es en las primeras fases del desarrollo que aprendemos lo esencial para sobrevivir. Una vez aprendido, forma parte de los patrones de conducta, lo cual evita tener que aprender siempre lo mismo.
P. ¿Todo eso no se sabía ya?
R. Lo que no sabíamos es la base neuronal de este fenómeno. Ahora sabemos que tiene que ver con cambios anatómicos y funcionales. Y posiblemente, con cambios en la conectividad neuronal. El número de sinapsis tiende a reducirse con el tiempo hasta que quedan las esenciales para cada individuo. Este proceso de reducción depende del ambiente y de los mensajes que se reciben. Si llegamos a comprender los mecanismos neuronales que dan lugar a este fenómeno podríamos pensar en cambiar el sistema natural e inducir mayor plasticidad bajo ciertas circunstancias.
P. ¿En qué circunstancias?
R. Se podría modificar la estimulación de ciertas regiones del cerebro mediante fármacos o radiación magnética. Tras un infarto cerebral, no siempre la zona sana compensa las funciones de la dañada. Si se pudieran reducir esos impulsos o actuar farmacológicamente para alterar el balance químico que no permite la plasticidad, se podría entrenar al paciente para recuperar las zonas dañadas. ¿Cómo? Con movimientos repetitivos como los que efectúa un violinista con los dedos.
P. ¿Cuál es el fundamento de esa estimulación?
R. Sabemos desde hace casi un siglo que hay diferencias importantes entre los dos hemisferios cerebrales. El izquierdo es importante para la percepción de fonemas o de palabras, pero nunca se ha sabido por qué. Ahora estamos viendo un fenómeno semejante en el hemisferio derecho en relación con distintas frecuencias tonales. Creemos que es debido a una especialización de la corteza auditiva del lado derecho, que es muy sensible a los cambios de frecuencia.
P. ¿Es que hay un área especializada en música y otra en habla?
R. Lo que hay es una función muy primitiva que permite distinguir distintos rasgos acústicos. Y las diferencias que se dan entre los dos hemisferios son, en nuestra hipótesis, que no se trata tanto del habla y la música, sino de distintos niveles de sensibilidad para distintos rasgos acústicos, algo que tiene que ver con la física del sonido. Cuanto más rápidamente cambia el sonido, uno es menos capaz de medir la frecuencia.
P. ¿Y eso qué significa?
R. Significa que la evolución ha encontrado un sistema para resolver este problema. El cerebro ha desarrollado dos sistemas paralelos. Uno más lento, más sensible a las frecuencias, y otro más rápido pero menos sensible. Los dos sistemas funcionan de forma simultánea e interconectados. De esta manera se consigue acceso a mayor información del ambiente.
P. Por lo que dice, el habla y la música fueron posibles porque existía una especialización previa.
R. Muchos científicos piensan que las diferencias hemisféricas surgieron a raíz del desarrollo del sistema lingüístico. En realidad, sería al revés, ya existía una especialización y sobre ella la evolución desarrolló una habilidad.
P. ¿Qué otras diferencias han observado?
R. Que hay más sustancia blanca en el hemisferio izquierdo. Probablemente sea debido a que los axones de las neuronas tienen más mielina
[capa protectora que recubre el axón neuronal] y así pueden transmitir los impulsos nerviosos más rápidamente.
P. ¿Pueden conectarse estos conocimientos con algún tipo de aplicación?
R. Hay mucho interés ahora mismo en el ámbito de los implantes cocleares [para sordos], un dispositivo que permite transformar las ondas sonoras en impulsos eléctricos, pero que no siempre funciona adecuadamente. Pretendemos ver qué relación podrían tener estos fenómenos con la plasticidad, los impulsos que llegan al cerebro, la organización preexistente o la edad, lo que permitiría saber en qué pacientes está indicado el trasplante de cóclea.

sábado, 25 de abril de 2015

La música clásica dispara genes de actividad cerebral

  • Científicos de la Universidad de Helsinki afirman que escucharla con frecuencia activa los genes asociados a la función cerebral y ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
HELSINKI, Finlandia. 13 Mar. 2015.- El estudio señala que hasta ahora se sabía que escuchar música representa una compleja función cognitiva del cerebro que provoca varios cambios neuronales y fisiológicos y apenas se han estudiado sus efectos a nivel molecular.

El objetivo de la investigación era establecer las alteraciones genéticas producidas por la música clásica, y para ello se analizó la sangre de un grupo de 48 personas antes y después de escuchar el Concierto para violín número 3 de Mozart.

El estudio, dirigido por el profesor de la Universidad de Helsinki Chakravarthi Kanduri, concluye que escuchar música clásica con frecuencia aumenta la actividad de los genes implicados en la secreción de dopamina, la neurotransmisión sináptica, el aprendizaje y la memoria.

Asimismo, contribuye a hacer menos activos los genes involucrados en la degeneración del cerebro y del sistema inmune, lo que disminuye el riesgo de contraer enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la demencia senil, según los científicos.

"Los efectos genéticos se detectaron sólo en los participantes que son muy aficionados a la música o músicos profesionales, lo cual destaca la importancia de que la música resulte algo muy familiar", explican los autores del estudio.

Curiosamente, varios de los genes analizados que se activan al escuchar música están presentes también en los pájaros cantores y son los responsables de que este tipo de aves aprendan a cantar.

Este hecho, según los científicos, sugiere que existe "un trasfondo evolutivo común en la percepción de los sonidos entre los pájaros cantores y los humanos".

En su opinión, los resultados de esta investigación ofrecen nueva información sobre el origen molecular de la percepción musical y la evolución, y abren la puerta a nuevos descubrimientos acerca de los mecanismos moleculares subyacentes en la musicoterapia.

Qué produce la música en nuestro cerebro

La armonía, la melodía y el ritmo desencadenan los mismos sistemas de recompensa que impulsan nuestros deseos por la comida y el sexo, y por eso nos pusimos a averiguar qué produce la música en nuestro cerebro. Dos estudios de universidades privadas nos explican esto y algo más.
¿Es que acaso a todo el mundo le gusta la música? Bueno, yo no me he encontrado con alguien a quien no le guste ningún tipo de música. Siempre, aunque sea el último hit del verano o la melodía de un timbre en una casa, la música parece encontrar un oyente que se siente positivamente afectado por ella, al menos lo necesariamente como para seguir escuchándola. Y cuando pensamos en esta universalidad de la música nos preguntamos cómo es que siendo tan diferentes, compartimos el placer por escuchar música, sea el género que sea. La respuesta, según varios estudios publicados en la revista Nature Neuroscience, se esconde en el cerebro.


Una vez subido el volumen y colocados los altavoces, la música que escuchamos provoca en el cerebro la secreción de dopamina, que es un neurotransmisor que reacciona de la misma manera cada vez que realizamos actividades que reconocemos como placenteras, como el uso de drogas, el sexo y la alimentación, entre otras. El estudio de Valorie Salimpoor y Robert Zatorre, de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) que dio con el resultado estuvo conformado por  una resonancia magnética que se les hacía a los participantes del experimento, donde se lo exponía a música instrumental  sin voces humanas presentes. En el procedimiento se detectaba que la exposición a las canciones favoritas de cada participante, sus cerebros secretaban dopamina desde la región llamada núcleo estriado.
El análisis en profundidad reveló que la dopamina que se libera lo hace en el momento culminante de la canción, en ese momento en el que nos estremecemos. El procedimiento es siempre el mismo pero con diferencias de valores. Así como cuando el consumo de cocaína o el orgamo generan una euforia momentánea que ofrece los mayores niveles de secreción de dopamina, segundos antes a escuchar esa parte de la canción que tanto nos gusta o luego de haberla escuchado se producen dos secreciones de dopamina extra, propiciadas por la anticipación, las predicciones y la satisfacción.
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En otro estudio se reveló en qué parte de la estructura cerebral se interpreta la música, y estas partes son:
  • Ritmo: Corteza frontal izquierda, corteza parietal izquierda, cerebelo derecho.
  • Tono: Corteza pre frontal, cerebelo, lóbulo temporal.
  • Letra: Área de de Wemicke, Área de Broca, Corteza motora, Corteza Visual y las zonas correspondientes a las respuestas emocionales.
Pero además de afectar nuestro cerebro a nivel químico, la música también tiene otras responsabilidades, pues que actúa como un amplificador de emociones. A la vez también produce en nuestro cerebro una reducción en los niveles de ansiedad, disminuye el dolor, ayuda a la recuperación de enfermos, colabora con pacientes de síndromes como Alzheimer, Parkinson, Tourettes y el autismo. A su vez, escuchar música incrementa el optimismo y también nuestras habilidades comunicativas, la creatividad y la felicidad. Adicionalmente se ha comprobado que quienes han tomado clases de música en su infancia luego rinden mejor en los exámenes.

Robert Zatorre: La música y su relación con el cerebro

"Estudiar la música puede ser ventajoso para un niño por muchas razones, pero no precisamente para mejorar su puntaje en matemáticas. Lo que yo les sugiero a los padres es lo siguiente: si quieren que el chico obtenga mejores notas en matemáticas, mándenlo a estudiar matemáticas. Si al chico le gusta la música, sin ninguna duda es bueno que la estudie. Pero no por otra razón sino que la música es intrínsecamente valiosa."
El neurofisiólogo Robert Zatorre, nacido en Buenos Aires, es investigador en el Instituto Neurológico de Montreal, de la Universidad McGill. Desde hace muchos años se interesa por tratar de explicar las funciones cognitivas humanas a partir de las conexiones neuronales y su reflejo en zonas concretas del cerebro. Le atrae especialmente el estudio de la corteza auditiva, por ser una de las áreas que mayormente distinguen a los humanos de otras especies. Por ello se interesó por la música como vehículo para entender mecanismos básicos del cerebro.
En esta entrevista cuenta los sorprendentes hallazgos a los que ha llegado –junto con su equipo– a partir de crear tonos y sonidos sintetizados por ordenador y exponer a músicos y población sin formación musical a su escucha. Pone también en duda muchas de las cosas que se dicen sobre la música y su relación con las funciones cognitivas.
Por Verónica Castro
—¿Por qué apreciamos la música? ¿Por qué un determinado ritmo nos pone alegres o cierta melodía tristes? ¿Cuáles son los procesos que participan en la producción y comprensión de la música? 

—Los procesos son muchos, complicados, y aún básicamente desconocidos. La música puede cambiar nuestro estado de ánimo en parte porque refleja en cierto sentido las actividades físicas asociadas con la alegría o la tristeza. Por ejemplo, la música alegre suele ser movida y fuerte, mientras que la música triste suele ser lenta, y cuando uno se siente alegre se mueve más que cuando uno se siente triste (los depresivos siempre andan de hombros caídos y no se mueven con destreza). Sin embargo, todo eso no explica más que la más mínima parte de la música y su función afectiva. Nadie sabe bien por qué hay tantas posibilidades. En uno de los experimentos que llevamos a cabo en mi laboratorio, Anne Blood y yo descubrimos que cuando una persona siente escalofríos o “piel de gallina” al escuchar un trozo musical, las zonas del cerebro que se excitan son parecidas a las que están asociadas a lo que los psicólogos llaman el sistema de recompensa. O sea ciertos núcleos que también están involucrados en otras sensaciones apacibles, como ser la comida y el sexo. Esto fue bastante sorprendente, pero aún no sabemos por qué se producen estos fenómenos, precisamente.
—¿Qué diferencias a nivel cerebral existe entre individuos que recibieron formación musical y aquellos que no? Y entre los músicos ¿qué diferencias neurofisiológicas existen en función de los instrumentos que ejecutan? 

—En otros laboratorios se ha estudiado esto, y se ha podido comprobar que los músicos adaptan su cerebro según las actividades que desarrollan. Por lo tanto, la corteza auditiva suele estar más desarrollada que en los demás. También en aquellos músicos que ejecutan un instrumento particular, las zonas del cerebro que controlan la ejecución se ven agrandadas, como la parte de la corteza que controla los dedos de la mano izquierda (pero no el pulgar) en los violinistas. Pero esto no quiere decir, como algunos proponen, que la música es algo mágico que hace crecer al cerebro. Es simplemente que el cerebro es capaz de adaptarse a cualquier actividad, no sólo en los músicos sino también en cualquiera que se especializa en alguna función. Pero además esta adaptación también puede resultar en limitaciones en otras esferas.
—En su conferencia organizada por CosmoCaixa Barcelona(2004) develó algunos casos de amusia (un defecto neurológico adquirido que provoca una alteración en la percepción auditiva musical), como la faceta desconocida de Ernesto Che Guevara –su ineptitud para bailar y entender la música–, un tipo de amusia conocida como “sordera para los tonos”. Se conoce también como “la enfermedad de Maurice Ravel” a un tipo de amusia que fue la que sufrió el músico en los últimos años de su vida: no podía leer ni escribir música pero sí podía pensar e idear una música. ¿Qué nos dicen los distintos tipos de amusia en músicos y no músicos en relación con nuestro cerebro? ¿Cuál es la relación neurofisiológica entre las imágenes mentales, la música y el lenguaje? 

—La historia de Che Guevara es bastante curiosa, y estaba bien documentada. Hemos estado estudiando gente con este tipo de “amusia congénita” –que nada tiene que ver con la probable demencia de Ravel–, porque lo interesante es que afecta sólo la música y no las demás funciones mentales (lo cual no era el caso de Ravel). La razón por la que estos casos nos interesan es porque nos indican hasta qué punto las funciones cognitivas del cerebro están divididas en “compartimientos” separados. Es decir, si la música puede afectarse sin cambiar otras funciones, indica que cada función depende de circuitos independientes hasta cierto punto. Por lo tanto, ahora podemos tratar de identificar cuáles son esos circuitos y cómo funcionan. Comprender estos fenómenos pueden conducirnos a desarrollar mejores terapias para los afásicos u otros cerebrolesionados.
—Con respecto a la relación entre música y lenguaje ¿qué hay detrás de las afirmaciones de que la estimulación musical que los padres brindan al bebé, en el vientre y en los primeros meses de vida, estimula el cerebro de forma que facilitará más adelante adquirir el lenguaje? 

—No creo que nadie haya demostrado este efecto de manera científicamente válida. Seguro que es una buena historia para vender discos compact, ¡pero nada más! Entre otras cosas, no olvidar que el feto escucha todo filtrado por el vientre de su madre y el líquido amniótico, y que por lo tanto sólo pasan las frecuencias más bajas. Lo cual no quiere decir que no haya ninguna influencia del sonido en el desarrollo del sistema auditivo prenatal, pero es muy poco probable que la súper estimulación sea útil.
—Algunas investigaciones confirmaron que escuchar música de Mozart mejora el razonamiento espacial, y que este efecto puede aumentar si la prueba se repite durante varios días. No obstante, el efecto puede no ocurrir cuando la música carece de suficiente complejidad. ¿El tipo de música que un niño escuche tendrá más o menos consecuencias positivas para sus funciones cognitivas? 

—Otro asunto sumamente dudoso, en mi opinión. Es cierto que algunos han demostrado este tipo de efecto, pero el resultado es pequeñísimo y no siempre se reproduce. Estudiar la música puede ser ventajoso para un niño por muchas razones, pero no precisamente para mejorar su puntaje en matemáticas. Lo que yo les sugiero a los padres es lo siguiente: si quieren que el chico obtenga mejores notas en matemáticas, mándenlo a estudiar matemáticas. Si al chico le gusta la música, sin ninguna duda es bueno que la estudie. Pero no por otra razón sino que la música es intrínsecamente valiosa.
—¿Qué papel desempeña la música en la supervivencia de nuestra especie? 

—Nunca ha sido demostrado. Hay muchas teorías, de las cuales alguna puede ser acertada, pero por ahora no dejan de ser nada más que teorías.
—¿ Qué tipo de fenómenos podrían cambiar en los humanos si logramos develar todos los mecanismos neuronales? ¿Podríamos llegar a reeducar nuestros sistemas estimulando regiones del cerebro mediante fármacos u otros medios y desarrollar capacidades que nos conviertan en otro tipo de seres? 

—Pues... sí, en cierto sentido, claro que podemos cambiar porque toda la historia humana ha sido una historia de cambios (desde que empezamos a utilizar herramientas, agricultura, etc.). No sé qué significa precisamente “otros tipos de seres”. Ya somos otros tipos de seres que nuestros antepasados, y seguro que nuestros descendientes serán distintos que nosotros.
La pregunta más razonable e importante en la neurociencia no es precisamente esta, sino algo mucho más directo y aplicado, que es entender los mecanismos que permiten adaptar y cambiar las funciones y conexiones neuronales, y entonces usar ese conocimiento para la readaptación y mejora de las funciones mentales. .
—¿Qué opina respecto de la frase de R.A. Henson de que "hay un último misterio de la experiencia musical que no es susceptible de estudio neurológico"?

—Muy poético. ¡Pero si lo creyera no estaría en este campo de investigación!
Fecha: Abril de 2005

jueves, 23 de abril de 2015

Principales lesiones en el músico

Fuente:http://fisioacosta.com/2013/04/11/principales-lesiones-en-el-musico/
violin dedosComo hemos comentado en otras entradas de este blog , el músico , por su actividad, es verdaderamente propenso a lesionarse , hasta el punto de arrojarse cifras como que el80% de los músicos sufrirán algún tipo de lesión, que les impida tocar por más o menos tiempo, a lo largo de su carrera musical.
El cómo se produce esa lesión normalmente está relacionado con un sobre-uso o mal-uso de estructuras musculoesqueléticas. Rara vez un músico se fractura un hueso o se luxa un hombro mientras está tocando.
En la entrada de hoy hablaremos sobre qué lesiones son más frecuentes y os daremos unas nociones básicas para que podáis intuir si sufrís alguna de ellas, cómo evitarlas y cómo actuar si las sufrís para solucionarlas lo antes posible. De media un músico acude al fisioterapeuta después de unos 350-400 días  sufriendo la molestia , lo que empeora el caso y lo cronifica , haciendo que el tratamiento se haga algo más complejo.
HAY QUE CAMBIAR ESTO.
El músico debe conocer a que se expone, reconocerlo lo antes posible y actuar precózmente para atajarlo. Por ello os exponemos las lesiones más frecuentes a las que el músico está expuesto para que se conozcáis de cerca de que se tratan.
rx 1
CONTRACTURAS MUSCULARES: una contractura muscular es una patología miofascial en la que el tono muscular (nivel de contracción) está elevado. Ésto produce una peor nutrición del músculo y un aumento en su gasto de energía , además de una demanda activate 10constante de fibras musculares que a la larga sufren y se inflaman. Una contractura muscular se reconoce por la induración del músculo , molestias leves-moderadas a la contracción ,al estiramiento y a la presión sobre él. Suele ser autorrecesivo , es decir , si cesamos la demanda sobre la musculatura se cura por si mismo en unos 2-7 días.
Podemos ayudar a la resulución con automasajes , estiramientos , cremas antiinflamatorias, masoterapia (masaje) y diversas técnicas de fisioterapia.
PUNTOS GATILLO MIOFACIALES (PGM): Un punto gatillo miofascial es una patología neuromuscular que afecta a una o varias placas motoras de un músculo. Unaplaca motora es una estructura anatómica donde su une el nervio con la musculatura, es donde el impulso eléctrico se convierte en contracción. Cada músculo tiene un número variable de
Placa motora al microscopio
Placa motora al microscopio
placas motoras. Por diversos motivos esas placas motoras pueden volverse disfuncionales (generalmente por una solicitación excesiva) e hiperexcitarse, lo que conlleva que la banda muscular que depende de esa placa motora esté constantemente en contracción.
La diferencia principal con una contractura es que localizaremos la banda tensa dentro del músculo afecto , con un nódulo (comúnmente llamados “nudos” o “esa pelota que tengo en el cuello desde hace meses que me mata…”) que “dispara” el dolor incluso a distancia (de ahí lo de “gatillo”) y que no responde al mismo tratamiento. Un punto gatillo puede no resolverse de manera natural y
Dolor irradiado del trapecio superior
Dolor irradiado del trapecio superior
permanecer activo DURANTE AÑOS, por lo que se hace indispensable una buena valoración por un especialista y un tratamiento concreto por parte de un fisioterapeuta (inhibición por presión + estiramiento,punción seca, tratamiento miofascial…)
TENDINOPATÍAS: dentro de las lesiones del tendón nos encontramos con inflamaciones agudas (tendinitis) o procesos inflamatorios/degenerativos de larga duración (tendinosis) en los que la calidad del tejido se ha visto afectada. Las tendinopatías suelen suceder por un exceso de carga mecánica sobre el tendón , que se va microlesionando hasta que su capacidad de autorreparación se ve superada y se inflama. Esa inflamación mantenida en el tiempo empieza a degenerarlo , por lo que a veces se hace difícil separar entre “itis” y “osis”. El tratamiento pasa por medidas antiinflamatorias-regenerativas como la electroterapia , la radiofrecuencia , la farmacología o la EPI (la técnica más avalada y eficaz a día de hoy para estos casos) y una reeducación del gesto que provoca la carga mecánica en el tendón , así como por un proceso de fortalecimiento del tendón mediante ejercicios excéntricos con carga sobre el mismo. En ocasiones se confunden con puntos gatillo que provocan dolor irradiado en la zona del tendón. Se hace indispensable una buena exploración, a poder ser con ecógrafo. En los casos más graves se puede acudir a medidas quirúrgicas como infiltraciones e incluso operaciones.
ATRAPAMIENTOS NEURALES: debido a la gran cantidad de horas que el músico repite un gesto , la musculatura, la raíz nerviosa o el propio tejido conjuntivo puede atrapar al nervio en su recorrido y provocar síntomas como hormigueos (parestesias) ,calambres , manos/pies dormid@s, falta de fuerza etc.  Es quizás la evolución última de todo lo demás , es decir , si no tratamos las contracturas , no corregimos nuestra postura y no solucionamos nuestros PGM posiblemente algún nervio acabe sufriendo debido a la mala adaptación de la postura por causa de esas disfunciones subyacentes. Su tratamiento pasa por liberar el trayecto del nervio y devolverle su movilidad y normal funcionamiento. La técnica de fisioterapia que hace éso se llama “neurodinamia” o “movilización neuromeníngea”. (por poneros un ejemplo la mayoría de las lumbalgias que sufre un músico es debido a este tipo de problemas)salida plexo braquial
 DISFUNCIONES SOMÁTICAS: una disfunción somática es una patología vertebral en la que una vértebra se encuentra “bloqueada” en un movimiento impidiendo el normal funcionamiento de la misma. Se acompaña de una serie de signos relacionados con el mal funcionamiento de la metámera (parte del cuerpo que depende de una raíz nerviosa) y una hipersensibilidad de la articulación afecta. Puede provocar problemas a distancia como dolores reflejos , alteraciones neurovegetativas o alteraciones biomecánicas que afecten al movimiento global. Su tratamiento pasa por una correcta evaluación y la movilización adecuada de esa articulación vertebral. Puede hacerse de manera rítmica-articulatoria o con un impulso (trust) , lo que comúnmente se llama “crujir” la espalda. Fisioterapeutas y Osteópatas pueden ayudarnos en estos problemas.
ARTRITIS/ ARTROSIS: son patologías articulares relacionadas con el sobreuso de las mismas. Realmente no tiene por que ser más frecuente en músicos que en otros colectivos pero lo cierto es que uso excesivo de cualquier articulación puede derivar en problemas de esta características. Un artritis cursa con inflamación-calor-tumor de la articulación ,  rigidez y dolor movimiento. La artrosis es una degeneración del cartílago articular que cursa con síntomas parecidos a la artritis solo que es crónica , no hay una inflamación tan
Artrosis de rodilla
Artrosis de rodilla
evidente , el dolor suele pasarse con la actividad y la articulación se encuentra deformada en mayor o menor grado. Los tratamientos son diversos y largos para explicarlos todos aquí, pero básicamente se centran en mejorar el estado y la funcionalidad de la articulación con medidas antiinflamatorias-regenerativas y cinesiterápicas (movilidad).
DISTONÍA FOCAL: es una enfermedad en la que nuestro sistema nervioso no ejecuta de manera correcta los patrones motores. Dicho así es un poco lioso, pero se trata de que cuando el cerebro quiere mandar , por ejemplo , que el cuarto dedo de la mano derecha se extienda en un pasaje concreto de la obra que tocamos, o no responde , o tiembla o sufre un espasmo. Es sobre todo frecuente en instrumentistas de viento , pianistas y guitarristas.  Es quizás la patología de tratamiento más complicado y tiene un pronóstico poco alagador . A día de hoy se piensa que sucede por un exceso de entrenamiento de la vía motora junto con un episodio emocional estresante (una gira, una audición, una oposición…). Si pensáis que podéis distonía 1sufrirla acudid cuanto antes a un médico o un fisioterapeuta experto en artes escénicas para que os ayude y os guíe. El tratamiento pasa por una reeducación progresiva del gesto y una exposición progresiva al pasaje que despierta la distonía (normalmente el músico relata que sólo le ocurre en una canción específica o al hacer una nota determianda , pudiendo luego hacer el gesto sin problema en otros contextos).
En la mano puede confundirse con un dedo en resorte, otro tipo de patología frecuente en los músicos por alteraciones musculoesqueléticas (de tratameinto más simple y mejor pronóstico).
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En resumen estas son las patologías más frecuentes del músico derivadas de su práctica profesional. Son términos técnicos , pero lógicamente lo que el músico notará es que “le duele la espalda” o el brazo o el cuello… El objetivo es que cuando acudáis al especialista ya tengáis una idea de lo que os puede estar pasando y como evitarlo.
Me gustaría recordar que lo expuesto solo tiene valor divulgativo , en ningún caso sustituye a una consulta médica ni supone un tratamiento a seguir, siempre que os pase algo debéis acudir a un especialista para ser evaluados. (por ejemplo , una rotura fibrilar puede parecer una contractura y si damos masaje en la zona la empeoraremos… )